El doctor Alcorta fue reconocido entre los veinticinqueños como una persona bondadosa que daba todo de sí para socorrer al enfermo sin pedir nada a cambio. Para nosotros los veinticinqueños esta historia empezó en el año 1858 cuando nuestro territorio se llamaba Mulitas y la primera autoridad civil era el vecino Eusebio Cabrera. Por entonces las condiciones higiénicas del pueblo habían mejorado a tal punto que las enfermedades contagiosas no existían. Pero como no había médicos ni farmacéuticos, esa situación preocupaba a las autoridades y por supuesto a la población.
Por entonces en los partidos vecinos ejercía su profesión de médico y cirujano un doctor llamado José Antonio Alcorta. Él era quien preriódicamente visitaba esta región. Este santiagueño que había nacido el 13 de junio de 1833, prontamente entre nosotros fue reconocido como una persona bondadosa. Daba todo de sí para socorrer al enfermo sin pedir nada a cambio. En el año de 1858, fueron nombradas las primeras autoridades municipales, en forma de comisiones vecinales, es nombrado presidente y juez de Paz el señor Antonio M. Islas y al doctor Alcorta se lo nominó Municipal de Culto e instrucción pública.
En aquella lejana época los pobladores entendieron que el recordado médico había hecho de su carrera una verdadera vocación de servicio.Después del año 1867, ya afincado definitivamente en nuestro medio, asistía a los enfermos. Su único fin era curarle las dolencias sin preguntarle al paciente la posición social. Muchas veces los ayudó económicamente. bastábale la satisfacción que recibía su alma generosa.
Esa cultura benefactora la desarrolló durante toda su dilatada y riesgosa actividad. La cuál lo llevó a ejercer la tarea facultativa en épocas por demás calamitosas que sufrió nuestra población.
En nuestra comunidad se desempeñó en el cargo de médico durante 33 años, 1868 a 1893. Alcanzó notoriedad cuando las epidemias de los años 1868, 1869 1871 y 1873. En las cuales mostró su mayor dedicación y empeño, dirigiendo la sanidad en nuestro medio.
Posteriormente, en abril de 1881, siendo presidente de la Municipalidad y Juez de Paz el señor Enrique Salas, se inauguró el primer centro de atención médica, denominado Hospital de Caridad y la sala contaba con 6 camas. Es preciso aclarar que esta institución al servicio de los enfermos tuvo principio de ejecución en un salón ubicado en la esquina de las calles 14 y 29 frente a la Plaza España , dónde después siempre hubo panaderías.
El centro asistencial funcionaba con 8 catres en lugar de camas. Cuando en calle 15 y 24 se construyó el pabellón para enfermos, el lugar de internación se unifica. Este pasa a llamarse Sociedad Protectora del Hospital de Caridad. El médico sigue siendo el benemérito doctor Alcorta.
En el año 1893, durante los sucesos revolucionarios fue requerido para ocupar su puesto de facultativo en la Capital Federal. Después de estos hechos, cuando ya habían transcurrido 60 años de su azarosa vida y no le quedan fuerzas para continuar en actividad, se reintegró al seno de su hogar, donde en la pobreza lo sorprendió la muerte, el 10 de mayo 1895 a los 61 años de edad. Sus restos están depositados en el cementerio local junto con los de su hijo.
En honor a su desinteresada obra humanitaria, una sociedad de médicos locales resolvió llamar Clínica Alcorta al centro médico que existió en la calle 8 entre 27 y 28. Por otra parte el Honorable Concejo Deliberante de 25 de Mayo, por ordenanza 1311/74 siendo intendente el recordado escribano Carlos Alberto Hendriksen, le impuso su nombre a la calle 3 de nuestra urbe, aunque los indicadores digan por error, José María Alcorta.
Fuente: Libro «Historias del Abuelo» – Autor: Juan Carlos Passarini